Esta vez nos fuimos al Parque del Alamillo. Alquilamos un ciclo para cuatro pasajeros y, megáfono en mano, recitamos varios poemas desperfectos a todos aquellos que disfrutaban de un soelado domingo. La experiencia fue positiva, pues siempre lo será el recitar en la calle. Enriquece. Además, la gente estuvo muy receptiva. Lo que no fue sencillo fue pedalear y leer a la vez...
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Sigue hermano sigue... y ya sabes, si quieres colaboración cuenta con tu cuñada que le encanta sacar de vez en cuando su lado friki!!
ResponderEliminarNo he podido verlo entero aún, pero de momento ha quedado chulo!!
Jejejeje, a ver si el Candela se anima que ya tengo en mente la próxima.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra ayuda.